Imagen de Javier Serrano para Coaching Poético

Mientras los manifestantes negacionistas del Covid-19, retaban al virus entre proclamas, alentadas por el cantante Miguel Bosé, que, agazapado en una mascarilla, en su casita, ¿desde México? Jamás se presentó.

Lialdia.com / Beatriz Giovanna Ramírez / Finestrat, Alicante, España / 8/21 /2019 – El año 2020, será recordado en la historia como el más grave y peligroso de todos. A fecha de 7 agosto de 2020, se han registrado en el mundo alrededor de 19 millones de casos de coronavirus.

Los datos del coronavirus en España, según el Ministerio de Sanidad, nos hablan de 342.813 casos de coronavirus diagnosticados por PCR; 28.617 muertos con test positivo a 14 de agosto.

Cifras que cabrean mucho a la ciudadanía.

El día 16 de agosto, conocido a golpe de #hashtag como: #16A y #Madrid16A, se celebró, en la Plaza de Colón, en Madrid, una polémica manifestación antimascarillas.

Bajo la histeria de un país cabreado, un pandemónium, dividido a dos bandos: Los desobedientes y los obedientes. El 16A unió a España.

Imagen: Javier Serrano. Texto: Beatriz Giovanna Ramírez

Mientras los manifestantes negacionistas del Covid-19, retaban al virus entre proclamas, alentadas por el cantante Miguel Bosé, que, agazapado en una mascarilla, en su casita, ¿desde México? Jamás se presentó. Proclamas sin miedo, tales como: «El virus no existe.», o, «Bote, bote, aquí no hay rebrote». Y otras que no mencionaré por su carga racista con los chinos.

El 16A hizo de Madrid un lugar señalado, de interés mundial, un espacio de “nueva (sub)normalidad”, donde la distancia de seguridad y las mascarillas no hicieron falta. «¿Pero, para qué? Si la pandemia es una engañifa», según los manifestantes.

Imagen: Javier Serrano. Los comentarios son tomados de Redes Sociales para Coaching Poético.

Las imágenes y los vídeos que petaron las redes sociales, levantaron otras situaciones, dignas de estudios sociológicos y de ética de “justicieros virtuales”, que acribillan a todo el que piense y diga diferente de ellos. Este bando, de hooligans, en las redes sociales, digno de personajes con disociación de la personalidad, que podría ser cualquier persona de bien, con buenos sentimientos, como señoras muy viejas que escriben sonetos de amor y defienden al gobierno, o señores requetemodernos que le gustan las dictaduras latinoamericanas, o jóvenes y muchachadas risueñas que no se enteran de nada, o influencers comunistas o constitucionalistas, todos ellos, hicieron de las redes, una jungla del insulto, de la negación de los derechos humanos, de la sanidad pública y demás. Hasta la más hermosa de las abuelitas, lanzó insultos contra los desobedientes negacionistas.

Y como todo día, el 16A, se terminó lleno de historias de bocachanclas, donde el uno y el otro en un cruce de odios, esperaban convencer.

¡Gane quien gane, todos tontos!

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