Beatriz Giovanna Ramírez escribe una historia con la claridad aguda de quien contempla la vida sin filtro que valga. La autora entra en el espacio privado de las mujeres, esas prisiones de las que poco se cuenta con valor y estómago, para describir la mecánica de la captura, el cómo una joven es aleccionada en el desvalimiento aprendido. Sin exageraciones ni impostaciones, “La puerta” es un cuento de temperatura inteligente que logra ahondar en la psicología de los esposos agresores cuya masculinidad se prueba con malos tratos y su normalización. La violencia es un perfume raro en esa atmósfera narrativa, un aroma chillante que esconde el de las miasmas patriarcales y la idea letal del amor romántico cuyo triunvirato: fidelidad, eternidad e impunidad del hombre, sostiene la existencia victimizada de las mujeres libres a quienes se sataniza empezando por la prohibición de los colores propios con las cuales ellas desean vestir e iluminar el mundo que les arrebatan.

Alma Karla Sandoval