Viajaba por el corazón de la cordillera, cuando un grupo de hombres armados la secuestró. Amordazada y vendada viajó entre golpes e insultos; luego la mujer, ya sin vendas pero amarrada, junto a otros rehenes, fue conducida por el grupo de secuestradores por la selva. Después de una larga caminata, a la intemperie, uno de sus captores la violó mientras le susurraba en el oído que sólo lo hacia por amor.

Beatriz Giovanna Ramírez