Café cargado, envenenas mi lengua

dejándola sin rastro de sabor y suerte.

Cigarrillo prendido, exterminas

lentamente mis respiros.

Goma dulce en su inicio,

amenazas con la putrefacción de mi boca…

Chocolate sin final, empalagas mi lenguaje intrínseco.

Licor que embriagas mi vida con más de un quejido de amor.

Camino sin retorno al edén, adición sin reparación u olvido.

© Beatriz Giovanna Ramírez

1996