Dos ideas me rondaban al terminar del leer ‘Bajo la piel del mundo’ de Heriberto Morales Vindel (HMV). La primera idea, era la de hablar del interesante conjunto de cuestiones que aborda en su libro, encontré tantos elementos que plantean entre sí, un yo totalizador, desintegrado, que está por todas partes, un ser humano que se ha dejado la piel en el poema. La segunda idea estriba en disertar sobre la poesía como el arte del tiempo y la memoria, como la conciencia de pérdida (como ese recuerdo que aparece remoto para situarnos en otra situación que ya pasó o que no vivimos), pero también, del reconocimiento del tiempo en que se vive y de la propia existencia.

¿Cómo abordarlas en un tiempo tan limitado?

Bueno, me he propuesto hablar de los elementos que más me apasionan y que son puramente subjetivos, y por cuestiones de tiempo, decantarme por la idea inicial. Así que escuchad atentamente: mi lectura sobre el libro no es una crítica, sino una lectura que ha terminado en el gozo.

Ya nos lo decía Borges: “El verbo leer, como el verbo amar y el verbo soñar, no soporta “el modo imperativo”. Yo siempre les aconsejé a mis estudiantes que si un libro los aburre lo dejen; que no lo lean porque es famoso, que no lean un libro porque es moderno, que no lean un libro porque es antiguo. La lectura debe ser una de las formas de la felicidad y no se puede obligar a nadie a ser feliz».

La crítica afirma que la obra de un poeta no debe explicarse a partir de su biografía, a veces y por diversos motivos, vida y poesía coinciden. ‘Bajo la piel del mundo’, aúna dos significados: uno biográfico, yo leo y veo escrito muchos elementos que considero que son personales, uno claramente intimista; un conjunto de años de experiencia y vida vivida de HMV; y otro estructural, un conjunto de 48 poemas, dividido en 5 partes que veo marcadas y diferenciadas, como lo son: Plataforma continental, Talud continental, Planicies abisales, Fosas oceánicas y la última que no tiene poemas pero que se deja abierta Fosa de las marianas, quizá, sea el poema que sugiera el lector…, que también puede ser posible… En función práctica de la lectura recogería que son 4 núcleos temáticos. Seis fotografías artísticas y conceptuales, minimalistas y retóricas de la artista “Zacha” que nos sumergen en el misterioso mar, a la vida, quizá, al génesis de la existencia, a la profundidad del océano y sus abismos.

El yo lírico de HMV asume el riesgo de la existencia, de la duda, de la autocrítica y nos da la posibilidad como lectores de asumir el riesgo de su mano; así que nos propone un lugar, una situación, un epígrafe, una nota de prensa, un verso, etc. Nos habla del trayecto desde dónde viene hasta dónde se dirige. Somos testigos de la fragmentación de su yo y de sus otras voces. El verso se rompe, busca la herida, haya el dolor profundo y se vuelca en un sentido profundo por la vida, por la supervivencia, por el resurgir de la miseria impuesta y no deseada, por esa lucha que todos llevamos dentro contra nosotros mismos. El yo está por todas partes, sí, en las historias cotidianas, en la historia, en los pueblos más golpeados, en la playa, en la Cala, en el viaje, en el trayecto de la vida, mientras nos muestra la adolescencia en medio de un escenario que se desmorona. La lucha, sí, esa lucha por permanecer vivos y con los ojos abiertos, con la madre que nos aconseja y no terminamos de escucharla, con la mujer que busca y encuentra, con el hombre que pierde y también gana, con la pelea, con el trabajo, con la piedad, con el corazón y la muerte. Es un yo lírico que se sumerge en la realidad, en la emoción, en la experimentación, en la reflexión. Con esto, cerrando esta idea, puedo afirmar, que la poesía de HMV invita a la reflexión profunda sobre la realidad, el tiempo, el sentido de la existencia.

Beatriz Giovanna Ramírez

Heriberto Morales Vindel

Madrid, 1976. Incluido en libros coral: “Las manos en el semblante”, “Vigilia poética solsticio de verano 2003” Centro de poesía José Hierro (Getafe). Ex colaborador de “Grupoartístico 8”, gestión y desarrollo de programas culturales. Miembro fundador del cuadro flamenco poético- musical “Generación Pérdida”. Miembro creador del grupo de rap “Samurai poesía urbana”, grupo telonero de “Mucho muchacho & Cookin soul”, en la sala Underground 2.0 (Benidorm 2012). Colaborador del Centro de Estudios de la Poesía de la Universidad Popular José Hierro, (San Sebastián de los Reyes). Durante los últimos catorce años ha realizado diversos recitales poéticos, en los que también ha participado, donde la música en vivo, el uso de las nuevas tecnologías audiovisuales y el cuidado trabajo escénico acompañan la lectura de los versos. También ha trabajado en diversos cortometrajes y obras de teatro como actor, ayudante y director. En el año 2010 realizó el trabajo de restauración de la sepultura del poeta Miguel Hernández. En el 2013 se unirá, por invitación de los pintores y escultores Valverde Reverte y Jesús Úbeda, a una muestra itinerante de óleos basados en fragmentos de poemas de Miguel Hernández, titulada “De la plumaal pincel”, dentro del ciclo “Octubre Hernandiano” de ese mismo año, que se expuso en el auditorio “La lonja” de Orihuela.
Es autor de los libros de poemas, “Amores en desamores de un joven urbanita”, “Fondo o forma”, “Viento y latido” o “El ojo de la niebla”, entre otros, escritos entre los años 2000 y 2014, aún inéditos.